Negociando tu Valor: Cómo Responder a la Pregunta, “¿Cuáles son tus Expectativas Salariales?”

Negociando tu Valor: Cómo Responder a la Pregunta, "¿Cuáles son tus Expectativas Salariales?"

Imaginemos que has avanzado a la segunda o tercera etapa de entrevistas para un puesto que deseas en una empresa que te gusta. Tus calificaciones y experiencia son un ajuste excelente para la cultura empresarial y el modelo de negocios de la compañía. Sabes que podrías hacer un trabajo excelente para ellos, y el puesto también parece cumplir con todos tus requisitos.

Entonces escuchas la temida pregunta, la que puede generar ansiedad incluso en los ejecutivos más experimentados y solicitados: “¿Cuáles son tus expectativas salariales?”

 

¿Por qué es tan difícil responder?

Los candidatos suelen estar comprensiblemente nerviosos al responder preguntas sobre las expectativas salariales porque las consecuencias son impredecibles. No deseas menospreciarte, pero tampoco quieres apuntar demasiado alto y ser descartado. Si ofreces un número bajo, podrías dejar una suma significativa sobre la mesa. Sin embargo, si exiges algo exorbitante, podrías hacer que el empleador sienta que no puede pagarte y pierda interés, cuando en realidad podrías haber aceptado un poco menos. Encontrar el equilibrio adecuado puede ser difícil.

 

¿Por qué los empleadores hacen esta pregunta?

En primer lugar, debes saber que la forma en que los empleadores plantean esta pregunta está cambiando. Hasta la fecha de esta redacción, 28 estados de EE. UU. han promulgado prohibiciones sobre el historial salarial, lo que significa que los empleadores no pueden preguntar sobre el historial salarial o no pueden utilizarlo para determinar las nuevas ofertas salariales de los posibles empleados. Incluso algunos empleadores en estados que no han promulgado esta ley evitan preguntar sobre la compensación anterior porque los estudios muestran que NO hacerlo reduce sustancialmente la disparidad salarial para los solicitantes de minorías.

En cambio, es probable que los posibles empleadores te pidan al menos una estimación aproximada de lo que esperas ganar. Lo hacen por dos razones principales:

  • Verificar si pueden permitirse contratarte.
  • Evaluar cuánto valoras tus propias habilidades y contribuciones.

¿Cómo debes responder a esta pregunta?

Nuevamente, responder a esta pregunta puede ser complicado por las razones mencionadas anteriormente. Sin embargo, puedes abordarlo con gracia y diplomacia de manera que te mantenga en carrera y deje espacio para futuras negociaciones. A continuación, se ofrecen algunos consejos útiles:

Investiga:

  • Asegúrate de tener información precisa sobre cómo la industria (y la competencia específica de la empresa que te interesa) remunera a personas con experiencia comparable en posiciones equivalentes.

Conócete a ti mismo:

  • Parte de la investigación incluye mirar hacia tu interior. ¿Cuánto deseas o necesitas esta oportunidad? ¿Es el trabajo de tus sueños con la empresa ideal? ¿Será la experiencia invaluable para tus metas futuras de crecimiento? ¿O el puesto solo valdrá la pena si obtienes la máxima remuneración? Si las respuestas a las primeras dos preguntas son ‘sí’, es posible que desees proponer un número más modesto, siempre y cuando no te menosprecies (nunca lo hagas). Si la respuesta a la tercera pregunta es ‘sí’, apunta alto.

Redirige la conversación:

  • Si no estás listo para responder la pregunta porque no te sientes seguro, puedes cambiarla para que ya no se trate de ti. Tori Dunlap, fundadora de Her First $100K, recomienda decir algo así como: “Aún no estoy lo suficientemente familiarizado con el alcance completo del rol como para fijar con precisión mi precio, pero me encantaría conocer el rango salarial presupuestado” (Harvard Business Review). Ahora, la responsabilidad de producir un número recae en ellos, y tú puedes determinar si el rango te funciona.

Consejos Adicionales:

  • Respaldar cualquier número que ofrezcas destacando tus habilidades y calificaciones.
  • No hagas que tu respuesta suene como una demanda. Indica flexibilidad y disposición para negociar.
  • Ofrece un rango en lugar de un número fijo. Asegúrate de sentirte cómodo en cualquier extremo de ese rango.

¿Y si no funciona?

Incluso si sigues los consejos anteriores, la respuesta puede ser ‘no’, y eso está bien. No significa que no valgas lo que pides; simplemente significa que la compatibilidad no era completa. No quemes puentes; sé cortés en tu respuesta cuando digan, “Estamos tomando otra dirección”. Deséales éxito, agradece la oportunidad, diles que te encantaría ser considerado si surge otra cosa y, sobre todo, aprovecha cada oportunidad para participar en el desarrollo profesional continuo para aumentar tu valía y hacer que sea imposible que te rechacen.

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