Hasta hace poco, los líderes empresariales podían confiar en un flujo de talento relativamente predecible. Se identificaba una necesidad, se publicaba la vacante y se entrevistaba a candidatos con trayectorias similares al perfil buscado. Pero esa comodidad se desvanece rápidamente.
El mercado de talento actual es más ajustado, más complejo y mucho menos indulgente. Las habilidades clave no solo son difíciles de encontrar: están cambiando más rápido de lo que muchas empresas pueden adaptarse. Y esto deja a los líderes con una pregunta urgente: ¿debemos desarrollar el talento internamente, contratarlo externamente o recurrir a modelos más flexibles?
La respuesta no es elegir solo una. Se trata de saber cuándo construir, qué comprar y cómo tomar prestado. La decisión debe basarse en los objetivos del negocio y en la evolución del trabajo.
El reto: brechas de habilidades y menos tiempo para actuar
La escasez de talento ya no es exclusiva de roles técnicos o emergentes. Hoy afecta a todos los sectores, desde manufactura hasta ciencias de la vida. Según Forbes, muchas empresas siguen debatiendo si conviene invertir en el desarrollo interno o competir agresivamente en el mercado externo.
La verdad es que ambas estrategias tienen su lugar. Pero ninguna es suficiente por sí sola.
Cuándo tiene sentido construir talento
Capacitar y readaptar a tu equipo actual es una forma poderosa de prepararte para las necesidades futuras. Fortalece la lealtad, conserva el conocimiento institucional y desarrolla líderes que ya conocen la cultura y valores de tu organización.
Construir talento es una buena opción cuando:
El rol contribuye a metas estratégicas de largo plazo
Quieres fortalecer la cultura y fomentar la promoción interna
Las habilidades requeridas se pueden enseñar y desarrollar gradualmente
Invertir en aprendizaje no solo construye capacidad, también genera confianza. Pero formar talento lleva tiempo, y a veces el tiempo no está de tu lado.
Cuándo necesitas comprar talento
Contratar talento externo es la mejor opción cuando el negocio debe moverse rápido o enfrentar desafíos que requieren experiencia especializada. Una contratación estratégica puede aportar liderazgo o conocimientos que aún no existen dentro de la organización.
Comprar talento es la mejor decisión cuando:
Se necesita experiencia inmediata para un proyecto de alto impacto
Hay un vacío de liderazgo que no puede cubrirse internamente
La innovación o transformación es una prioridad del negocio
Las habilidades requeridas no están disponibles en la organización
Eso sí, atraer talento externo puede ser costoso. Y si no se integra bien, puede generar fricción. Por eso, esta decisión debe basarse en la urgencia, pero también en el alineamiento con los objetivos del negocio.
La opción menos usada: tomar talento prestado
Hay una tercera vía que muchas empresas subutilizan: tomar prestado.
Esto implica recurrir a trabajadores contingentes, freelancers ejecutivos o especialistas externos. Es una forma eficaz de acceder a talento calificado sin el compromiso de una contratación permanente.
Como señala Forbes, el talento contingente es, con frecuencia, la pieza que falta en la planificación de fuerza laboral. Ayuda a las empresas a mantenerse ágiles, probar nuevas capacidades y cumplir plazos sin aumentar la plantilla fija.
Tomar talento prestado funciona bien cuando:
Hay un proyecto con plazos definidos y objetivos claros
Se quiere probar una nueva función o mercado antes de escalar
El equipo necesita apoyo adicional, pero no un puesto de tiempo completo
Para que funcione, es clave tratar a los colaboradores externos como parte del equipo: darles estructura, expectativas claras y respaldo, sin importar cuán corta sea su asignación.
Una estrategia de talento balanceada
No tienes que elegir una sola vía. Las organizaciones más efectivas combinan las tres: construyen cuando hay tiempo, compran cuando se necesita velocidad, y toman prestado cuando la flexibilidad es clave.
Todo comienza con algunas preguntas esenciales:
¿Qué roles serán críticos para el negocio en los próximos años?
¿Dónde necesitamos liderazgo estable y dónde es más útil la agilidad?
¿Qué habilidades conviene desarrollar internamente y cuáles debemos traer de fuera?
Una vez que tengas claridad sobre eso, el resto encaja. Fortalece tu canal interno de talento. Mantén una estrategia de contratación competitiva. Y asegúrate de contar con aliados que te apoyen en necesidades temporales o por proyecto.
No hay una fórmula única para construir un gran equipo. Algunos roles conviene desarrollarlos desde adentro. Otros requieren una nueva perspectiva externa. Y en ocasiones, solo necesitas a la persona adecuada por un tiempo limitado para cumplir una misión clave.
Lo más importante: ser intencional
No se trata de seguir haciendo lo de siempre, sino de preguntarte: ¿qué necesita realmente tu negocio hoy… y qué necesitará dentro de un año?
Si tu estrategia de talento aún se parece a la de hace cinco años, probablemente sea momento de replantearla.
Las mejores empresas no se enredan decidiendo entre construir, comprar o tomar prestado. Están aprendiendo a usar las tres, y a saber cuándo aprovechar cada una.

Fernando Ortiz-Barbachano
CEO - Challenger, Gray and Christmas México
CEO - Barbachano International, Inc.