Hubo un tiempo en que una carrera ejecutiva exitosa seguía un ritmo predecible: ascensos constantes dentro de una misma empresa o industria, culminando en un puesto en la alta dirección y una larga permanencia. Ese camino aún existe, pero ya no es la norma.
Cada vez es más común ver a líderes que han cambiado de industria, que han rotado de funciones, que han hecho pausas para lanzar un negocio o que se han tomado tiempo para dar consultoría o estudiar en el extranjero.
Estas trayectorias no siguen una línea recta. Y, cada vez más, reflejan el tipo de mentalidad ejecutiva que las empresas necesitan hoy.
Repensando el Currículum
Este cambio—lo que algunos han llamado el auge de la “carrera en zigzag”—no es solo anecdótico. Según una encuesta de Harris Poll publicada en PR Newswire, más de la mitad de los buscadores de empleo en EE. UU. están considerando activamente cambiarse a una nueva industria o función. Esto no se limita a profesionales en etapas tempranas: también está ocurriendo a nivel ejecutivo.
Y no se trata de inestabilidad. Se trata de intencionalidad—ejecutivos que eligen roles que se alinean con sus valores, desafían su pensamiento o los exponen a nuevos modelos de negocio.
Aun así, muchos equipos de contratación tardan en adaptarse. Confiar demasiado en la continuidad sectorial o en trayectorias escalonadas puede llevar a pasar por alto un gran potencial de liderazgo. Alguien con 20 años en un solo sector puede conocerlo a fondo, pero alguien que ha aplicado su liderazgo en cuatro industrias distintas podría tener mayor capacidad para reconocer patrones, mayor sensibilidad cultural y un rango más amplio para resolver problemas.
De lo Lineal a lo Lateral
Tener una trayectoria no tradicional no significa que alguien carezca de profundidad o enfoque. En muchos casos, es lo contrario. Un líder que ha cambiado de función o de sector probablemente ha salido de su zona de confort más de una vez—y ha logrado resultados.
Forbes informa que los profesionales que se mueven lateralmente, o incluso de forma diagonal, tienden a tener una mayor alineación entre sus valores personales y sus roles profesionales. Esa alineación se traduce frecuentemente en líderes más comprometidos y resilientes.
Esto también refleja una tendencia más amplia en cómo se define el éxito profesional. Impacto, flexibilidad y crecimiento están reemplazando al prestigio del título como indicadores de avance. Eso no significa que la ambición haya desaparecido—significa que ahora se mide de forma distinta.
Qué Deberían Buscar los Equipos de Contratación
Si los puestos de liderazgo siguen cubriéndose en función de qué tan “ordenado” se ve un currículum, las empresas probablemente estén perdiendo a ejecutivos audaces y eficaces.
Esto es lo que están haciendo algunas organizaciones visionarias y varios de nuestros clientes exitosos:
Evaluar impacto, no solo antigüedad. ¿Lideró una transformación? ¿Manejó la complejidad? ¿Cómo creció su equipo bajo su liderazgo?
Valorar la experiencia multifuncional, multisectorial y multicultural como una fortaleza. Los líderes que han trabajado en distintos entornos (tecnología, manufactura, consumo) y países suelen ser más ingeniosos y adaptables.
Leer entre líneas. Algunos de los mejores candidatos no tendrán el currículum “perfecto” en papel. Pero su experiencia vivida cuenta una historia más rica—de aprendizaje, reinvención, adaptación y curiosidad.
Usar herramientas que amplíen la visión. Las plataformas de búsqueda asistidas por IA pueden identificar candidatos adecuados basándose en logros y capacidades, no solo en títulos. Esta tecnología está ayudando a descubrir talento que antes hubiera sido filtrado por sistemas tradicionales.
Abrir Espacio a Líderes con Mentalidad de Crecimiento
Los mejores líderes no son solo quienes ya han hecho el trabajo antes. Son quienes pueden ingresar a terreno desconocido y aún así brindar claridad, dirección y resultados.
Ese tipo de liderazgo suele surgir de experiencias no lineales. Nace de haber lanzado algo nuevo, asumido un rol en el extranjero, gestionado riesgos, cambiado de sector o liderado durante una recesión. Estas no son notas al pie de página—son indicadores de capacidad.
El desarrollo de habilidades y el aprendizaje continuo también juegan un papel clave. Ejecutivos que invierten regularmente en su crecimiento—a través de plataformas como LinkedIn Learning, edX o Coursera—demuestran que no están quietos, sin importar cuál fue su último cargo.
El Liderazgo No Siempre Es una Escalera
Algunos de los ejecutivos más respetados actualmente han tomado caminos poco convencionales. James Gorman, ex CEO de Morgan Stanley, ha hecho la transición a una carrera de portafolio—brindando su liderazgo en consejos y roles de asesoría. Es un modelo que cada vez más líderes están explorando, combinando propósito con impacto profesional.
Otros se han desviado temporalmente de la ruta tradicional—consultoría, mentoría, incluso sabáticos—para luego regresar con una perspectiva más clara. Estas no son desviaciones. Son decisiones tomadas con intención.
El currículum pulido, con simetría perfecta y trayectoria ascendente en un solo sector, ya no es el estándar de oro. En su lugar, está surgiendo un tipo de historia profesional más ágil, más compleja—una que refleja un mundo cambiante y a los líderes que se necesitan para prosperar en él.
La pregunta clave en las contrataciones ha cambiado.
Ya no es: “¿Ha seguido esta persona el camino esperado?”
Ahora es: “¿Puede liderar en medio del cambio? ¿Puede inspirar a equipos? ¿Puede pensar en grande y construir lo que sigue?”
Muchas veces, la respuesta está en las historias que se leen entre líneas.

Octavio Lepe
EVP - Barbachano International, Inc.